Exploraciones multiculturales
Un blog de investigación sobre el significado de la multiculturalidad y los problemas que plantea

Españoles en patera



La emigración es un problema, tanto por el trauma personal que supone para quien tiene que dejar su familia y su país como para la sociedad que asume la llegada de personas de otra cultura. No está de más recordar que hace apenas cincuenta años la emigración era para nuestros mayores una de las escasas soluciones a las escasas perspectivas vitales que ofrecía nuestro país. En la última década del siglo XIX emigraron (fundamentalmente hacia América) unos 788.000 españoles, que aumentaron a 1.062.000 y 1.243.000 en las décadas siguientes. Tras el parón que supuso la prohibición de la emigración a Latinoamérica por la crisis de 1929 y el confuso período de la Guerra Civil, la emigración se desplaza hacia Europa, suponiendo la salida de 160.000 españoles en la década de los 40 y aumentando a 591.000 y 972.000 en las dos décadas siguientes. Sin duda, el crecimiento económico que experimenta nuestro país en las últimas décadas del siglo pasado es el factor fundamental en la inversión de los flujos migratorios.

Aparte del sentimiento de solidaridad, natural hacia quienes se encuentran donde nosotros estábamos no hace tanto tiempo, parece razonable que la solución a la emigración actual podría seguir unas lineas similares: desarrollo económico del tercer mundo.

Difícil cuestión esa es, que diría Yoda.

18:50 | vendell | 29 Comentarios | #

Confesiones blogamáticas


No sé como plantear ésto para no molestar a nadie, pero los debates sobre el relativismo que han salido a colación con las dos últimas entradas de este blog me han dejado un poco intranquilo. Esta forma de discusión tipo lista de correo me parece poco productiva: cada uno suelta su rollo (yo el primero) y luego la cuestión se va focalizando sobre aspectos que rara vez son esenciales. Es una discusión a ganar y a defender territorios en la que nunca me he encontrado demasiado cómodo.

Está claro que la cuestión de la multiculturalidad y la inmigración tiene muchos puntos confusos. Hay temas económicos (¿necesitamos inmigrantes?, ¿cuántos podemos absorber?), sociales (¿cómo repercute su presencia en nuestra sociedad?, ¿qué podemos hacer para que se integren o como queramos llamar al hecho de que se sientan ciudadanos de aquí?), ideológicos (¿qué hacer para superar ese rechazo casi innato que nos provoca lo diferente?, ¿en qué medida somos responsables de la situación que les empuja a venir aquí?, ¿qué podríamos hacer para solucionarlo?, ¿es razonable seleccionar a los inmigrantes por su procedencia?), legales (¿cómo adaptamos nuestras leyes para facilitar todo el proceso?, ¿favorecemos la reunificación familiar?, ¿no estamos favoreciendo el comercio mafioso de seres humanos?), educativos (¿qué hay que cambiar en nuestro sistema educativo para que todo este proceso sea más fácil para nosotros y para ellos?)...

Ante semejante caladero está claro que resulta difícil dar una respuesta breve, a no ser, claro, que el problema se simplifique hasta límites grotescos (son culpables de todo lo malo, que se larguen). Del mismo modo, debemos evitar las ingenuas posiciones que se limitan a buscar un culpable y mirar hacia otro lado mientras el problema se va resolviendo (o agravando) al margen de las decisiones que debemos tomar de forma colectiva. Aquí no podemos guiarnos por las consignas cuartelarias ni por las filosofías de la vaguedumbre. Hay que ir a los principios, a los derechos y a un análisis crítico de la economía y la historia.

17:38 | vendell | 21 Comentarios | #

Eurocentrismo


Uno de los aspectos importantes de los análisis de la multiculturalidad es la valoración que hacemos de otras culturas, en particular, de las culturas de los inmigrantes que llegan a nuestro país. Mientras que nos arrogamos el derecho de ser juzgados por lo que somos, no tenemos empacho en atribuir a los demás las características genéricas que asociamos a los miembros de esa cultura, ya sean chinos, senegaleses, jóvenes, taxistas o mujeres. La incapacidad para reconocer en las culturas ajenas elementos de valía tiene su origen en la ignorancia, pero a un nivel más enraizado y complejo, se fundamenta en una visión eurocéntrica de la historia de la humanidad.

Con objeto de plantear la cuestión les voy a pegar aquí un texto que acabo de leer en Multiculturalismo, cine y medios de comunicación de Ella Shohat y Robert Stam. Como sé que a algunos de quienes frecuentan este lugar se les van a poner tiesas las orejas, adelanto ya que Shohat es catedrática de Estudios Culturales y de la Mujer en la Universidad de la Ciudad de New York y miembro del colectivo que dirige la revista Social Text.

1. El discurso eurocéntrico proyecta una trayectoria histórica lineal que va desde la Grecia Clásica (idealizada como “pura”, “occidental” y “democrática”) hasta la Roma imperial y a partir de entonces a las capitales metropolitanas europeas y a los Estados Unidos. Entiende la historia como una serie de imperios: la Pax Romana, la Pax Hispánica, la Pax Britannica y la Pax Americana. En todo caso se considera a Europa, sola y sin ayuda, el “motor” del cambio histórico progresivo: inventa la sociedad de clases, el feudalismo, el capitalismo, la Revolución Industrial.

2. El eurocentrismo atribuye a “Occidente” un progreso inherente en cuanto a instituciones democráticas (Torquemada, Mussolini y Hitler deben considerarse aberraciones dentro de esta lógica de amnesia histórica y legitimación selectiva).

3. El eurocentrismo ignora las tradiciones democráticas no europeas, mientras que oculta cómo se manipula la democracia formal occidental y esconde la participación de Occidente a la hora de socavar las democracias en otros países.

4. El eurocentrismo minimiza las prácticas opresoras de Occidente considerándolas contingentes, accidentales, excepcionales. El colonialismo, el comercio de esclavos y el imperialismo no son considerados como catalizadores fundamentales del poder desproporcionado de Occidente.

5. El eurocentrismo se apropia de la producción material y cultural de los no europeos, pero niega los logros de los demás y esa misma apropiación, consolidando así su “yo” y glorificando su propia antropofagia cultural.

16:54 | vendell | 111 Comentarios | #

Desde el otro lado


Parece razonable pensar que buena parte de los inmigrantes que se acercan por estos lares no tienen una idea muy clara de lo que se van a encontrar aquí. Más aún, estoy tentado de decir que lo que encuentran está muy lejos de satisfacer las más tibias de sus expectativas. Mafia, patera, desprecio, incomprensión, explotación... es posible que este sea el peor de los escenarios, pero desde luego no es el menos habitual.

El otro día encontré esta interesante página con abundante información para potenciales inmigrantes latinoamericanos. No es realmente lo que buscaba, porque está claro que su público, conectado a internet y relativamente cualificado, es fácilmente asimilable por los países de destino. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a la adaptación intercultural podemos leer que El primer año suele ser el más difícil ya que cambiarás de casa, de trabajo, de universidad, de colegio para tus hijos.

El camerunés Víctor Ombgá aborda la cuestión desde una perspectiva más cercana al problema de la inmigración más desarraigada, narrando en su novela Calella sen saída su experiencia como inmigrante ilegal. Ombgá también participa en una tertulia radiofónica local, donde más de una vez ha puesto en evidencia la dinámica del engaño que tiene lugar en muchos países africanos. Copio de una página anónima: a exposición da lóxica da inmigración nos países africanos que sempre é a mesma: todos queren saír do seu país ignorando o que pasa en Occidente. Os propios inmigrantes, xa asentados, néganse a informar con obxectividade aos seus compatriotas presentándolles un falaz mundo de cor de rosas. Os mesmos deportados negan o feito e din estaren de vacacións. Xorde así un círculo vicioso sobre o que de verdade é a vida occidental.

12:55 | vendell | 7 Comentarios | #

La cuestión religiosa



Uno de los aspectos relacionados con la multiculturalida que todavía no hemos abordado frontalmente aquí es la cuestión religiosa. Elías Canetti puede no ser una referencia ortodoxa desde el punto de vista académico, pero es garantía de perspectivas insólitas y refrescantes. En “Masa y Poder” leemos que: La desconfianza a la masa no abandona al catolicismo desde hace mucho tiempo, quizá ya desde que los más tempranos movimientos heréticos de los montanistas, que se dirigieron a los obispos con resuelta irreverencia. La peligrosidad de estallidos súbitos, la facilidad con que llevan más allá su rapidez e imprevisibilidad y particularmente, sin embargo, la supresión de las distancias obligadas, entre las que debe contarse especialmente las distancias de la jerarquía eclesiástica, todo ello determinó ya muy pronto a la iglesia a ver en la masa abierta su enemigo principal y oponerse a ella de todas las maneras posibles.

Les ahorraré las reflexiones de Canetti sobre el Islam, el cual describe como una religión de guerra. Tratándose de una especie de sefardí algún periodista puede caer en la tentación de acusar a Canetti de sionista, pero claro, los periodistas no suelen leer cosas como su “Viaje a Marrakech”.

Al grano con la (otra) provocación. La convivencia religiosa es uno de los elementos más complejos de la multiculturalidad. Lo es para mi, pues desde una perspectiva laica resulta siniestra la presencia de un nuevo grupo con sus exigencias de libertad religiosa, que en el fondo siempre pasa por imponer a los demás las prohibiciones características de su credo. Peor aún lo verán muchos creyentes que no pueden soportar una competencia espiritual que deja en evidencia la falta de carácter de su fe; pues frente al Islam toda fe carece de carácter ya que en ninguna religión el absurdo dogmático tiene tantas pretensiones de realidad como en el Islam.

En este sentido el inmigrante animista, católico o budista es percibido con un grado de amenaza menor que el que representa el musulmán. Lamentablemente, cuando más urgente resulta aprender en las escuelas qué son las otras religiones y cómo se viven (en cuanto que hecho contingente pero habitual en los seres humanos), las aulas vuelven a llenarse de crucifijos, estampitas y jaculatorias.

Preguntas del día:

1. ¿No habrá llegado le hora de que las religiones también se globalicen y abandonen los discursos absolutistas que inevitablemente conducen al conflicto?

2. ¿Deben los poderes democráticamente constituidos forzar esa rebaja en las aspiraciones de las distintas religiones?

3. Qué paradoja la del ateo que se esfuerza en respetar las religiones de culturas ajenas cuando detesta la de la propia.

23:31 | vendell | 17 Comentarios | #

Otras voces


El presidente de esta comunidad blogofalante ha citado la existencia de este espacio en su Cuaderno de bitácora. No tiene especial mérito: somos amigos. Por eso aprovecho para hacerles un copy&paste de su provocación para añadirla a la lista que, por el momento y a no ser que a alguien se le ocurra otra cosa, sólo podemos tratar de categorizar. Dicho esto, aprovecho que seguramente lea ésto para preguntarle por la posibilidad de que este blog se abra a las historias aportadas por los lectores que deseen hacerlo. Por el momento pueden hacerlo enviando su aportación a herbasco@mundo-r.com, pero lo ideal sería que pudiesen postear directamente.
Sea pues:

Provocando (por rvr): El ser humano es racista. Racista de seres humanos, probablemente de neandertales y, sobre todo, racista de otras especies de animales. El hombre es violento. Y seguramente, somos en el fondo racistas y violentos por genética.

Proposición: El racismo es una enfermedad que se cura viajando.

Pregunta: ¿Realmente hay otro problema que no sea el del racismo en esta bola de nieve llamada inmigración ilegal?

19:36 | vendell | 57 Comentarios | #

Tribulaciones del hombre globalizado


Vivimos en un mundo globalizado en el que los dineros, la información y las mercancías fluyen de un lugar a otro buscando las mejores condiciones para su desarrollo. Aranceles y monopolios se han convertido en las bestias negras del paradigma liberal, medidas extraordinarias para la protección de secretos ultrasecretos o sectores productivos considerados fundamentales. Algunos países tienen mayor tradición arancelaria que otros. Piensen por ejemplo en Francia, cuyas cunetas aparecen cada verano sembradas de fresas y albaricoques y en cuyas las salas de cine las trivialidades hollywoodienses hacen cola para encontrar un hueco entre la no menos trivial producción audiovisual autóctona.

Pero vayamos al grano. Hace un par de años Sami Naïr listaba en un artículo cinco de las causas esenciales de la marea migratoria que avanza hacia Europa desde el sur. Una de ellas era, como ya habrán imaginado, el derecho del hombre globalizado a buscar el mejor lugar para su desarrollo personal. En cierto modo nada hay más moderno, actual e integrado que un inmigrante, pequeña multinacional ambulante en busca de fortuna.

21:40 | vendell | 20 Comentarios | #

Provocaciones

Mientras seguimos rastreando preguntas sustanciosas que iluminen el camino hacia una (ya inevitable) sociedad multicultural, incorporaremos la vía de las provocaciones por cortesía de Igs en un comentario al post de anteayer. Preguntas y provocaciones constituyen una forma de exploración de la realidad potencialmente divertida. Primero porque no hay que soltar (o escuchar) rollos. Segundo porque estamos programados (es un decir) para hacer preguntas insidiosas y buscarles las costuras a las cosas. Empecemos por un clásico:

En una democracia es un delito (punible, pero esta vez en serio) expresar posturas antidemocráticas. Por ejemplo, sacando a pasear la bestia xenófoba que todos llevamos dentro.

21:53 | vendell | 53 Comentarios | #

Paseando yo por mi ciudad


Salgo a la calle y me cruzo con dos dominicanas que trabajan en el bar de abajo. Les sonrío y me sonríen. Otro día les diré hola. Paseando por la calle de las tiendas me cruzo con Ru, que es negro y vende discos. Me paro un rato y charlamos de los discos que le gustaría vender si pudiese elegir el catálogo con otro criterio que el mercantil. Señala el de Rosa y dice que ese no estaría en su lista. No logro descifrar la media sonrisa que pone, quizá porque en Senegal, de donde viene, las sonrisas tienen otro ritmo. Más allá hay unos músicos andinos, y un restaurante de cocina mediterránea regentado por una chica de Finisterre que emigró a Inglaterra, trabajó en un casino y volvió casada con un cocinero italiano. En este pueblo alejado del centro del mundo cada vez hay más gente de todas partes.

Desde que comenzaron nuestras conversaciones semanales sobre la multiculturalidad no he dejado de pensar que las bitácoras son un buen medio para la exploración de un fenómeno tan conflictivo como inevitable: las pateras, Le Pen, la medicina tradicional china, El Ejido, los matrimonios concertados de chicas magrebíes, los mensajes del gobierno relacionado inmigración con delincuencia, los descendientes de emigrantes gallegos que vuelven de países arruinados con la esperanza de una vida mejor... El problema es complejo y hay mucho ruido de fondo. Quizá también porque es un problema relativamente nuevo (al menos aquí) o porque los mensajes de los medios y los políticos son terriblemente contradictorios. Da la sensación de que el problema ni siquiera está bien definido.

La definición de un problema complejo es un problema todavía más complejo. Para comenzar a darle forma no se me ocurre mejor camino que recopilar un listado de preguntas que toda solución propuesta no puede dejar de responder. Empiezo yo:

¿Podemos evitar la llegada de inmigrantes?
¿Queremos evitar la llegada de inmigrantes?
¿Podemos evitar que los inmigrantes que llegan se traigan su propia cultura?
¿Qué derechos sociales hacemos extensivos a los inmigrantes?
¿Hay culturas inmiscibles con la nuestra?

15:50 | vendell | 31 Comentarios | #




		
 

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